El desarrollo integral del estudiante se convierte en un objetivo a través del cual se materializan las aspiraciones sociales en una etapa determinada; la importancia de la educación en este desarrollo es reconocida por estudiosos de diversas épocas, latitudes y filiaciones. Para alcanzar este fine reviste vital importancia la enseñanza de la Historia. Luego del Triunfo de la Revolución Cubana y a partir de la definición de las direcciones del trabajo educacional, una de ellas ha estado dirigida a la enseñanza de esta asignatura, sin embargo, no siempre lo aspirado se ha concretado en la práctica, de ahí que existan insatisfacciones en torno a la concreción de las aspiraciones sociales mediadas por la Universidad y la influencia del proceso de enseñanza aprendizaje de la Historia. En este sentido, un elemento que ayuda a conocer el desarrollo alcanzado por los estudiantes en el cumplimiento de los objetivos de la asignatura, es la evaluación, que adquiere determinadas características en el proceso de enseñanza aprendizaje de la Historia.