Siguiendo a filósofos de preeminencia universal, como Arthur Schopenhauer y Friedrich Nietzsche, afirmamos que el arte no solamente tiene una función innegable y de gran relevancia en nuestras sociedades, sino que, más aún, puede ser asumido como el fundamento que otorga una justificación esencial a la vida en todas sus dimensiones y perspectivas. En este sentido, cabe preguntarnos qué sería el mundo de lo social sin la acción artística. No obstante, debemos pensar que en su esencia el arte se sitúa fuera de toda utilidad y, por tanto, de todo cometido. Desde este planteamiento, no podríamos adjudicar al arte significado, finalidad ni función alguna, porque el arte simplemente “es”. Diferenciar cómo a los procesos imaginativos y creativos, generados a priori sin intencionalidad, se les confiere después una legítima misión “salvífica”, que cambia en la historia según la percepción de la realidad y la vivencia de los diferentes grupos humanos que la componen, es el objetivo principal de esta conferencia.