En las agendas sociales, de gobierno y académicas el envejecimiento poblacional ocupa un espacio de interés para Cuba y el mundo. Esta transformación de la dinámica demográfica impacta en el desarrollo y funcionamiento de la sociedad, lo cual ubica la atención en las personas mayores y la relación que estas tienen con los restantes sujetos y el espacio que habitan, más allá de su vivienda. Las políticas sociales diseñadas hasta el momento habían sido preferentemente dirigidas a poblaciones menos envejecidas y con un carácter asistencialista que ha caracterizado una construcción del hábitat con patologías difíciles de solucionar en el tiempo.

Se refiere una experiencia de proyecto de investigación y asesoría desarrollada durante 2015-2021 en el municipio Placetas, de la provincia más envejecida del país, Villa Clara. Se plantean herramientas teóricas y metodológicas para el accionar propositivo en la necesidad de transformación con enfoques multiactorales, de políticas sociales locales, participativas de resignificación del espacio, que permitan mejores niveles de habitabilidad, satisfacción de necesidades y calidad de vida.

El gobierno municipal y otros actores sociales favorecen acciones que articulan la política nacional y las particularidades del territorio, individuos y familias, donde el entorno construido y por construir socialmente se convierte en escenario de oportunidades, de autoproducción, de equilibrio en las interacciones sociales disminuyendo la repercusión en los grupos más vulnerables, en los enclaves rurales y urbanos del municipio, donde las estructuras físico espaciales que se construyan estratégicamente hasta el 2030, tengan flexibilidad relativa y promuevan una sociedad para todas las edades.