Uno de los retos más significativos que tienen las ciencias sociales hoy, es romper las distorsiones epistémicas que generan la división extrema entre las ciencias rezago de la mirada positivista. La separación y estanco del saber científico y en particular de las ciencias naturales, sociales y humanísticas desdibuja el saber y no logra una comprensión integra de los procesos sociales. De ahí que una de las tareas de la universidad es comprender la innovación en su sentido social más allá de la innovación tecnológica. Por ello desde el proceso de formación es importante dar solución a este dilema, el trabajo que se presenta realiza un estudio de los resultados obtenidos en el programa académico de maestría en Estudios históricos y de antropología sociocultural cubana, que se imparte para la formación de egresados de las ciencias sociales y humanísticas desde hace más de diez años. Una investigación exploratorio descriptiva desde el paradigma cualitativo, que utilizó el análisis de contenido, la hermenéutica y la fenomenología, permitió concluir que el programa logra desde la gestión de proyectos históricos y antropológicos, resultados significativos que se tipifican como innovación social, al aportar transformaciones en servicios de salud, la educación, el turismo, las artes y lo comunitario en su aplicación en seis provincias cubanas